Nuestro Symballo

jueves, 19 de junio de 2014

Fernando III calle de Quesada


En 1231 Fernando III cede las villas de Quesada y Toya al arzobispo de Toledo Rodrigo Ximénez de Rada y éste, con un ejercito, marchó hacia Quesada, encontrándosela nuevamente poblada y reparándose las fortificaciones. Conquistaron Quesada y muchos otros castillos de la región, entre ellos Fique, Ausín (Los Rosales), Lacra y Alaulula (Majuela) dentro del término de Quesada.

Fernando III de Castilla, llamado el Santo, rey de Castilla y de León. Hijo de Berenguela, reina de Castilla, y de Alfonso IX, rey de León.


Fecha de nacimiento: 5 de agosto de 1199, Zamora
Fecha de la muerte: 30 de mayo de 1252, Sevilla
Hijos: Alfonso X de CastillaLeonor de CastillaMás
Padres: Berenguela de CastillaAlfonso IX de León
Hermanos: Berenguela de León





jueves, 12 de junio de 2014

Tabla verbo partir con "nosotros"



Modos
Tiempos simples
Tiempos Compuestos
Indicativo
Presente (partimos)
Pretérito imperfecto (partíamos)
Pretérito perfecto simple (partimos)
Futuro (partiremos)
Condicional (partiriamos)
Pretérito perfecto compuesto (habeis partido)
Pretérito pluscuamperfecto (habiamos partido)
Pretérito anterior (hubimos partido)
Futuro perfecto (habrémos partido)
Condicional perfecto (habríamos partido
Subjuntivo
Presente (partiamos)
Pretérito imperfecto (partiesemos o partieremos)
Futuro (partieremos)
Pretérito perfecto (hayamos partido)
Pretérito pluscuamperfecto (hubieramos partido)
Futuro perfecto (hubieremos partido)
Imperativo
Presente (partid)

martes, 10 de junio de 2014

EL VALOR DE LO PÚBLICO

Hay niños que tiran basura: plásticos, tetabrik, bolsas... 
Hay niños y niñas que no tiran nada de lo anterior y usan los contenedores apropiados.
Hay niños que  si les dices que hagan algo, o le recriminas su actitud te insultan
Hay niños que  pisan las flores de los jardines, niños más mayores que hacen botellones y cuando acaban se dejan allí las litronas,cristales, vomiteras... 
Hay personas que cuando sacan a los perros a pasear y hacen sus necesidades no las recogen y eso se queda muy feo y muy marrano y por ejemplo un anciano puede pisarla. 
También hay mucha gente que cuando saca a su perro a pasear lleva su bolsita para recoger la caca del animal y eso está muy bien.
Hay jóvenes que no hacen botellón y si lo hacen lo recogen todo antes de marcharse.
En los parques también tiran cosas y están hechos unas porquería, en las calles la gente se mea y se caga. 
También hay gente muy educada que no consiente dejar las cosas hechas una porquería.
En el colegio los niños tiran los zumos, el papel al bar... al suelo, rayan las mesas, malgastan los folios, se dejan los grifos encendidos, pintan en las paredes. 
Pero menos mal que también hay niños y niñas que cuidan y defienden lo público.
Si practicamos la mala educación  no podremos vivir y se contaminara el planeta.

Lo publico es de todos, así que cuidemoslo

David 5º

Linea del tiempo de Dani y David

lunes, 2 de junio de 2014

Ficha sobre la lectura "Un país con demasiados reyes"

Título: Un país con demasiados reyes.

Autor: Miguel Ángel Mendo.

Resumen: En un país muy pequeño, donde todos sus habitantes eran reyes; sus esposas, reinas; y sus hijas e hijos eran príncipes y princesas.

Todo era muy raro; las tiendas de muebles vendían tronos, todas las personas compraban capas de armiño en las sastrerías, y en vez de sombrererías había "coronerías", porque todo el mundo quería ser rey y llevar su propia corona.

En aquel país había un problema muy grande y era  que todo el mundo se aburría mucho, porque todo el mundo quería mandar a todo el mundo y nadie se dejaba mandar, ya que su noblezano se lo permitía.

Un día, de pura casualidad vino un joven caballero que estaba perdido y tenía mucha hambre, vio a un príncipe y le dijo:

- ¿Tú sabes dónde...?
-¡Llámame majestad! -lo interrumpió el príncipe-. ¿Con quién te crees que estás hablando?
-Yo lo que quiero es saber dónde... -siguió el joven.
-¿y tú quién eres?
-Yo vengo de lejos y estoy perdido, pero lo que quiero...
-¡Tú eres mi súbdito! Porque tu no eres un rey, ¿verdad?
-No, no soy un rey.

El joven se quedó perplejo. Entonces el príncipe le ordenó que fuera a comprarle un chicle de fresa.

-Oye nene,...
-¡Me tienes que llamar Majestad! 

Con todos esos gritos que daba el príncipe empezó a reunirse mucha gente: reyes, reinas, princesas...

El caballero se quedó asombrado al ver a tantos reyes. Pero lo malo fue cuando todo el mundo se enteró de que había llegado un súbdito. La gente se acercó a él a darle órdenes.

-¡Llévame este paquete!
-¡Lávate la cara y péinate con la raya al otro lado!
-¡Ve corriendo hasta allí y vuelve saltando!

Y luego se pusieron a discutir entre ellos:

-¡Éste súbdito me lo he pedido yo!
-¡No, yo lo he visto primero!

Todo el mundo se estaba insultando y tirando del pobre joven, uno de un brazo, otro de la pierna...

Entonces empezaron de las palabras a las manos. Al final todo el mundo terminó dándose coronazos. 
 

Abandonado en medio de la pelea y sin creer lo que estaba pasando, el caballero montó en su caballo dispuesto ha irse de allí. Pero una reina lo vio y lo agarró como pudo de su pierna mientras le decía:

-¡No te vayas, quédate y sé mi súbdito!

Con mucho esfuerzo, el caballero logró librarse de la reina. La señora, al ver que se iba le dijo a todos los reyes que se les escapaba el súbdito.

Todo el mundo dejó de pelearse y salió detrás de él con los mantos de armiño recogidos en sus brazos para no tropezarse.

-¡Quédate! ¡Te haremos nuestro rey!

El joven, asustado azuzó a su caballo y no dejó de galopar hasta que los reyes se convirtieron en pequeños puntitos en el horizonte.